Una de las historias que más llaman mi atención y que es muy común de escuchar entre las personas de San Luis, es la historia sobre las brujas de San Luis Mextepec, a continuación les comparto la siguiente historia que aconteció en 1981, contada por una vecina de la comunidad:
Era una noche de Agosto, mi bebé tenía cerca de 2 meses de haber nacido, yo no podía dormir porque tenía una especie de preocupación, yo pensaba que era porque a mi esposo le había tocado trabajar esa noche, así que deje la luz prendida del cuarto. Aproximadamente a la una de la mañana el foco empezó a parpadear y se fue bajando la intensidad poco a poco hasta que se apagó y todo quedó totalmente obscuro. Sentí mucho miedo por lo que prendí una veladora bendita que había preparado por recomendación de mi mamá, ya que eran los objetos que las personas recomendaban preparar cuando un bebé nacía, tomé también el rosario bendito que tenía cerca de la cama, abracé a mi bebé y comencé a rezar, pasaron unos minutos cuando de pronto la ventana de mi cuarto que daba hacia un callejón pequeño se iluminó completamente por una luz muy brillante, una luz mucho más brillante que la de los carros ó la de las lámparas, una luz blanca muy fuerte, en ese momento me invadió mucho más miedo, pero yo no me moví de la cama y continúe abrazando a mi bebé y rezaba aún más fuerte aún cuando tenía algunas objetos contra las brujas que recomendaban los ancianos del pueblo: una cubeta de agua bendita cerca de la cama, unas tijeras abiertas en cruz estaban también del otro lado sobre un buró y un espejo estaba enfrente de la cama.
De repente escuché un ruido muy fuerte al fondo de la casa, parecido como si hubieran abierto y cerrado la puerta principal, un escalofrío me invadió pero me concentré en mantenerme alerta y seguir rezando, de pronto ya no se escucho nada y todo se quedó en silencio, pasaron las horas hasta que por fin amaneció, todo esa noche me la pase despierta.
A la mañana siguiente cuando mi esposo regresó de trabajar, se encontró a algunos vecinos en la calle y le comentaron que a unas cuantas casas de nosotros, en la cuadra siguiente, había amanecido una niña chupada por la bruja, la mamá de la niña comenta que esa noche atrancaron la puerta y se fueron a dormir, cayeron en un sueño profundo, cuando despertó, la bebé ya no estaba en la cama y ella tenía manchas de sangre en la ropa, buscaron a la bebé, pero para su mala fortuna la encontraron tirada muy cerca de la puerta sin vida, en el piso se podían ver coágulos de sangre, como si hubieran vomitado sangre y la puerta estaba cerrada con la tranca aun en su lugar. Testigos de la desgracia comentan que todo el cuerpo del bebé estaba cubierto de una especie de baba o saliva en boca, nariz y oidos.
Como las personas sabían que teníamos un bebé pequeño y debido a lo sucedido, le aconsejaron a mi esposo que mantuviera el agua bendita, las tijeras abiertas en forma de cruz y que fuera al mercado y comprará una
oración de San Ignacio de Loyola para pegarla en la puerta y que esparciera semillas de mostaza en la azotea, ya que se dice que la bruja se entretiene
juntándolas y cuando se da cuenta ya esta amaneciendo y no le dará
tiempo de atacar al bebe. Estos obejtos funcionaron y la bruja no se volvió a acercar a mi bebe.
0 comentarios:
Publicar un comentario