Esta es una leyenda familiar que ha pasado de generación en generación.
Corrían los años de la revolución (1910) y durante estos años hubo mucha escasez de alimentos, derivado de la situación que se vivia en el país, la toma de las vías de tren, que era uno de los principales medios de transporte, y también porque la mayoría de los agricultores se unieron a la Revolución, por lo que no había quien se hiciera cargo de los cultivos.
Nos cuentan que un día mi bisabuelo, durante esos años que participó en la Revolución Mexicana, se encontraba junto con sus compañeros en una zona muy alejada, en medio de cerros, en donde no había prácticamente nada, no tenían que comer y ya habían pasado algunos días sin probar bocado, por lo que tenían mucha hambre, continuaban avanzando en el camino pero no encontraban nada que pudieran comer, de repente a lo lejos vieron algo parecido a un perro, por lo que se apresuraron a seguirlo y no perderle el rastro para tratar de atraparlo, por fin después de un largo rato de seguirlo consiguieron capturarlo, se dispusieron a prepárarlo para poder comerlo, empezaron a quitarle la piel, quedaron perplejos y la piel se les erizó, al ver que debajo de la piel de aquel perro se encontraba el cuerpo de hombre, el miedo les invadió, alejándose del sitio y dejando ahí a ese ser.
Cuenta la leyenda que ese ser que habían encontrado era un Nahual, se dice que los nahuales eran hombres que tenían el poder de transformarse en animales.
Escrito por Anahí Olivares.
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